lunes, noviembre 28, 2005

A Elegir (?)




En Marzo de 1927, frente a sendos vasos de limonada, el profesor de gimnasia John Thomas Scopes, quien impartía ocasionalmente clases de Matemáticas... y de Biología, junto a un par de personalidades del pueblo Dayton, de Tennessee , tramaron un plan para publicitar al pueblo y atraer el turismo, que pronto se salió de sus manos y mantuvo en vilo a la nación entera.

Hacía poco la legislatura del estado había promulgado sin gran aspaviento una ley que prohibía enseñar en las escuelas públicas toda teoría "que contradiga la historia de la creación divina del hombre tal cual lo enseña la Biblia". El trío tramó cuidadosamente la conspiración: Scopes fue denunciado por ciudadanos "alarmados" ante un delito evolucionista, al ser hallado in fraganti enseñando la doctrina darwiniana. detenido e inculpado, la bola de nieve se deslizó insensible pero inexorablemente.

"Dios o el gorila, hay que elegir", fue la consigna de los creacionistas, quienes veían en la evolución todos los males de la vida moderna. Recordemos el fundamentalismo protestante de la época, que interpretaba literalmente la Biblia y execraba a quienes osasen pensar diferente a ellos.

El juicio atrajo, en efecto, a cientos de reporteros, medios impresos, radio, cine, teléfono -la Western Union instaló 10 líneas telefónicas- y hasta la reciente telegrafía inalámbrica. Para deleite de los conspiradores, se implementó una pista de aterrizaje y corrales para caballos y mulas.

El juicio inició con un fiscal, Williams jennings Bryan, fundamentalista campeón bíblico del pueblo, gran orador y terror de los pecadores, y con un abogado defensor llamado Darrow, de lengua igualmente liviana.

En un local abarrotado de gente primero, al aire libre después, el juicio dio un vuelco sensible cuando el juez impidió que notables científicos salieran en defensa de la doctrina de la evolución. La causa de la defensa parecía irremediablemente perdida, y Scopes no veía ya tan graciosa su osadía, enfrentando caer de narices en una celda por largo tiempo.

Pero Darrow pasmó a todos citando como testigo... ¡al fiscal W. Bryan!
Podrían haberse negado, pero Darrow adujo que lo citaba como "experto bíblico", y el ego abultado del fiscal permitió que mordiera el anzuelo. Bryan había publicado numerosas veces textos sobre la verdad evangélica, y tenía acólitos que le seguían ciegamente en todo el pueblo. ¿Cómo negarse? ¿Qué podía pasarle?







Darrow: ¿Debe interpretarse la Biblia literalmente?
Bryan: Sí, aunque cuando Jesús dice que somos "la sal de la tierra", debe interpretarse en sentido figurado, como otros pasajes.
D: ¿Detuvo Josué el Sol para prolongar el día?
B: La Biblia es inspiración divina, escrito para ser comprendido por la gente de la época.
D: Entonces, el Sol gira alrededor de la Tierra; según usted, lo dijo Dios, pues dice que el Sol "se detuvo" al dar la vuelta a la Tierra.
B: Cada quien puede interpretar ese pasaje a su libre albedrío. No sabemos cuál es la verdad.
D: Eso hacen los evolucionistas, señor Bryan.

La sala se removió inquieta. Los segudores de Bryan de la Liga Anti-evolución, se sentían incómodos.

D: ¿Se creó la tierra en seis días, señor Bryan?
B: Sí.
D: ¿De 24 horas esos días?
B: No. Creo que puede interpretarse como períodos.
Bryan sudaba, y los murmullos crecían. Algunos le clavaban miradas de furia.
D: Cito la Biblia: "Y fue la tarde y la mañana el día primero". ¿Cómo se sucedieron estos, si el Sol se creó al cuarto día?
B: Habla de períodos, y no necesariamente en orden.
D: Esos períodos, ¿podrían ser de millones de años?
B: Sí- dijo. Y la idea principal de los antievolucionistas, según la cual la Tierra tendría poco más de 4000 años, se desvaneció.

Al final, Scopes pagó $50, Dayton continuó siendo un pueblito pobre del Sur de EEUU y el Proceso Scopes pasó a la historia como una farsa entre dos bandos legos, aún cuando alguno debía tener razón.

martes, noviembre 22, 2005

Cantos de la Experiencia.

La tarde era hermosa, con una lluvia pertinaz que resbalaba por los vidrios frente a mi escritorio, velando como una cortina con vida propia el paisaje de cerros y edificios que se abría ante mí.

De pronto, mi secretaria me hace pasar, muy solemnemente, a un señor de edad madura con su hijo, un treinteañero con aires de aburrido.

-El Doctor Q. y su padre - los introduce ella.

La luz roja se enciende en mi mente desde el primer vistazo.
El padre, vestido de impecable flux, entra al consultorio con rostro de perdonavidas, acariciando con su mano derecha, donde ostenta dos anillos (uno de abogado y otro de ricachón) la corbata de seda inmaculada, con ese nudo asimétrico y pomposo que me provoca náuseas. Windsor, perdiste tu tiempo. Me estrecha la mano con fuerza excesiva e intentando pronar mi antebrazo. Impido que ocurra esto último y, antes que lo indique, se deja caer en la silla frente a mí.
Con el hijo me ocurre lo mismo, pero por motivos diferentes. Es un hombre intentando parecer muchacho. Usa su cabello rubio (aclarado) largo, rizado y poco o nada peinado, a lo David Bisbal. Usa una camisa de colores fuertes, estampada de motivos playeros, por fuera de unos shorts muy largos o unos pantalones muy cortos, no sé. Zapatillas de velerismo, sin medias. Su mano, estirada con lentitud fingiendo desgano, parece un pescado muerto entre la mía.

-Dr. R., vengo a Ud. fuertemente (sic) recomendado por el Dr. M. y el Sr. M., su tío, a fines de solicitarle enseñe Artroscopia a mi hijo, quien acaba de regresar de Oxford, donde perfeccionaba su inglés. Mi hijo fue graduado con las más altas....

Así estuvo el hombre, disertando por unos cinco minutos en un soliloquio de alabanzas y pedanterías hacia su vástago, quien nunca cruzó mirada con ninguno de los presentes. Ya finalizando, el hombre acertó a puntualizar:

-Y quiero que sepa, Dr., que no acepto un no como respuesta, considerando que la relación profesional se verá recíprocamente alimentada, ya que mi hijo A. es un profesional de excepción.

Una vez que mi mandíbula regresó del suelo a su sitio original, invertí cinco minutos en explicar que el cupo de médicos para operar conmigo estaba completo por este año, que me llamaran el próximo, y otras excusas, todas ciertas.
Visiblemente molestos, padre e hijo se marcharon.




Y pensé.

"Para ver el mundo en un grano de arena,
y ver el Cielo en una flor silvestre,
abarca el Infinito en la palma de tu mano
y la Eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría
hace esfumar el fluir de la vida;
aquel quien besa la joya cuando cruza su camino
vive en el amanecer de la Eternidad"

William Blake.

Este padre había apartado hasta entonces toda piedra del camino de su hijo. Lo guía, lo controla, lo anula y lo mima como si fuese alguien por encima de todos los demás, sin saber, sin sospechar que, seguramente, algún día, ese hijo tendrá que valerse por sí mismo. Pero cuando quiera desplegar las alas, se habrá pasado el tiempo de aprender a volar.

Nadie quiere sufrir. Nadie quiere ver sufrir a otros, a menos que tenga algún problema mental. Pero la cosa parece haberse salido de control. Hoy te dicen que vivas, que goces, Hakuna matata, don´t worry, be happy, cero compromiso, porque duele, cero altruismo, porque duele y no da caché.

"Soy un insignificante madero abandonado por la marea
un puñado de arena y hojas muertas
me confundo con la arena y restos de naufragios.
¡Oh!, desconcertado, frustrado, humillado hasta el polvo,
oprimido por el peso de mí mismo
pues me he atrevido a abrir la boca"

Las familias ya no quieren educar a sus hijos, que los eduque el colegio; los colegios se limitan a cumplir un programa del Gobierno; que los eduque la Iglesia. La Iglesia los devuelve con sus padres. Recuerdo mi casa grande y poblada de adultos, todos y cada uno con un consejo, una guía, un buen ejemplo. Recuerdo a las tías solteronas de mi madre, recitando "Quo Vadis" de memoria, mientras hacían cualquier labor. Recuerdo a Miguel, el señor del kiosko cerca de la casa quien, al verme llegar a la esquina, niño yo de unos siete años, salía a todo vapor de su lugar de trabajo y me daba la mano para ayudarme a cruzar la calle, repitiendo el proceso luego que le comprara los suplementos de Superman y me diese el vuelto del dinero, siempre exacto. ¿Adónde se fue todo eso? ¿Qué nos pasó, que dejamos nos arrebataran esa inocencia, Dios?

"Aquel hombre había matado lo que amaba, y por ello iba a morir. Aunque todos los hombres matan lo que aman, que lo oiga el mundo, unos lo hacen con una mirada amarga, otros con una palabra zalamera; el cobarde, con un beso, ¡el valiente con una espada! Unos matan su amor cuando son jóvenes, y otros cuando son viejos; unos lo ahorcan con manos de lujuria, otros con manos de oro; el más piadoso usa un cuchillo, pues así el muerto se enfría antes. Unos aman muy poco, otros demasiado, algunos venden y otros compran; unos dan muerte con muchas lágrimas y otros, sin un suspiro; pero aunque todos los hombres matan lo que aman, no todos deben morir por ello."

Oscar Wilde.



Me preocupa de sobremanera que el hombre se dedique a juzgar, clasificar, apartar y denostar, echando su propia humanidad a la basura. Peor aún, ahora también le huimos a todo lo que consideramos sufrimiento. Jesucristo, Ghandi, Luther King, Darwin, Da Vinci, Mendel, y muchos otros, habrían sido nadie, si hubiesen hecho válido ese modo de pensar.

Herakles (Hércules) fue una vez llamado a escoger entre una placentera vida anónima y el camino sacrificado del esfuerzo y de la ulterior gloria, si se la ganaba. Adivinen su escogencia.


domingo, noviembre 20, 2005

MISION NO CUMPLIDA



Poco queda por decir acerca de Jules Verne, creador de la Novela Geográfica, escritor científico, estudioso de las tecnologías que emergían luego de la Revolución Inglesa, la Revolución Industrial. Un hombre que alimentó mi pasión por las novelas desde mis 9 años de edad.

Su libro Viaje al Centro de la Tierra es el único que no ha sido llevado a cabo. Pero no era de temerse, pues el propio Verne "decapitó" la aventura, y los personajes de su novela fueron vomitados por un volcán sin llegar al centro. El escritor ya sabía de las enormes dificultades, conocidas e intuídas, para llevar a buen término semejante empresa.

El libro versa sobre el profesor Otto Lidenbrock, sabio mineralogista alemán, quien descubre un criptograma (Recurso literario de moda entre escritores de esa generación. E.A. Poe lo usa en varios de sus escritos, por ejemplo)escrito en latín con caracteres rúnicos, el cual, una vez descifrado, da la clave para conseguir una vía al centro de la Tierra. Narra la novela el sobrino del profesor, Axel, joven enamorado de Graüben, otra sobrina del profesor, quien empuja a un reticente Axel a la aventura bajo la promesa de, una vez coronada la empresa, casarse con él. "Vas a emprender un hermoso viaje", le dice la joven. "¡Siempre está bien que un hombre se haya distinguido por alguna empresa!" Esta relación amorosa que afianza el destino de un hombre es inusual en Verne; yo la veo más como una invitación a un hombre de condición inferior a ganarse su puesto como cortejador ante la sociedad, que como una muestra de sensibilidad hacia lo femenino de Verne.

De esta forma, profesor y sobrino marchan a Islandia, para iniciar el descenso en una chimenea del volcán Sneffels. Antes de iniciar semejante empresa, reclutan a un recolector de plumas de edredón. La paradoja verniana de atribuir un oficio banal a este personaje llamado Hans Bjelke, es una metáfora de su propia condición. Verne era ya famoso y adinerado, y personajes envidiosos, desde la oscuridad del anonimato o desde posiciones más allá del alcance del escritor, se habían dado a la tarea de banalizar su oficio, tratándolo de plagiario y de copiar ideas de otros, sin ser una novedad. En justicia he de decir que verne JAMAS pretendió ni insinuó ser un visionario, pionero ni inventor. Tomaba ideas de proyectos o máquinas ya existentes y las llevaba a una sólida y amena narración. Pero la envidia es gratis y dolorosa. Hans es un personaje estoico; nunca se queja, no reacciona con miedo ante el peligro; salva repetidas veces la vida de sus acompañantes, casi ni habla. La descripción verniana de Hans solo tiene parangón con la de Ardan, en De la Tierra a la Luna, o la de Nemo -por contraposición, pues Nemo es visto como un antihéroe- : "Un hombre de elevada estatura, vigorosamente constituido (...) Debía estar dotado de una fuerza poco común (...) . Sus ojos inteligentes eran de un purísimo color azul. Largos cabellos, que hasta en Inglaterra pasan por rubios (Los ingleses acusaban a Verne de parecer semita, cuando el era antisemita convencido. De allí el ataque), caían sobre sus hombros atléticos. Todo en él revelaba una perfecta calma, no indolente, sino tranquila. No pedía nada a nadie..." Así hable de Hans nuestro admirado Verne. Me llama mucho la atención saber que el vocablo Hans, fonéticamente, tiene acepción de "Yo".

El trío desciende por el cráter indicado y empiezan su accidentado descenso. La cantidad de alimentos a la cual el autor se refiere, difícilmente daría para más que unos pocos días, lo cual es un fallo lamentable en la novela. Una vez descendiendo, se encuentran con luz proveniente de ¡una aurora boreal! y con un océano inmenso, en el cual observan la titánica lucha entre un ictiosaurio y un plesiosaurio, descritos erróneamente por Verne, quien se ciñó a la descripción en boga para la época.

Finalmente, se describe el encuentro con mastodontes y hombres gigantes antediluvianos, como era creencia común en ese entonces. Jules Verne describe, en el clímax de la novela, con gran maestría, el avistamiento de estos mastodontes y del gigante de 12 pies de altura (casi 4 metros). Los protagonistas huyen y, en la huída, son vomitados al exterior por la erupción de otro cráter.

Falta por mencionar un personaje capital en la novela, motor ausente de cuanto en ella acontece. El lector siente su presencia, su respiración tras los protagonistas, su embrujo y obsesión, pero nunca aparece. No es más que un nombre misterioso y terrible: Akne Saknussem. Tres siglos antes, ese islandés misterioso había hecho la travesía y había regresado para contarla. Pero sus pistas se habían perdido, excepto por el criptograma y un libro apócrifo. ¿Qué fue de él? ¿llegó al Centro, como no pudieron Axel, el profesor y Hans?

En algunas fotografías del viejo Jules Verne, se me antoja ver una sonrisa contenida y unos ojos brillantes de picardía. Provoca preguntarle: "Señor Verne, ¿llegaremos algún día?"

La aventura incumplida de Verne, aún no ha comenzado.

domingo, noviembre 13, 2005

SE LLAMA CARLOS GARDEL


I.INICIOS.

El Jueves 11 de Diciembre de 1890 nace en Tolouse, al Sur de Francia, Charles Romuald Gardès, hijo natural de Bertha Gardès. Precisamente esta ilegitimidad lleva a Charles a los dos y medio años hasta Buenos Aires. Pasa infancia y adolescencia en el barrio Mercado de Abasto, donde recibe los apodos de "El Francesito" y "El Morocho del Abasto"; les recuerdo que morocho, en Argentina, Uruguay y Paraguay sirve para designar a las personas de cabello oscuro y tez blanca.
Empieza cantando informalmente canciones "criollas" y, en 1911, conoce a un joven uruguayo, apodado "El Oriental", llamado José Razzano, con quien conforma el dúo "El Morocho y el Oriental". Este dúo permanece de 1911 hasta 1925. Charles pasa a llamarse Carlos Gardel. Este dúo, mítico, con Gardel como barítono y Razzano como tenor, cosechó numerosos éxitos en la canción campesina argentina.

II. NACE EL TANGO

En 1917, Pascual Contursi compone por vez primera una letra para un tango llamado "Lita", usando el lenguaje de los arrabales porteños, el lunfardo, narrando un triste amor:

"Cuando voy a mi cotorro
y lo veo desarreglado,
todo triste, abandonado,
me dan ganas de llorar
y me paso largo rato
campaneando tu retrato
pa' poderme consolar."

A Gardel le fascinó de inmediato el atrevimiento. Y sí, el sagaz aficionado al tango habrá reconocido la letra del tango "Mi Noche Oscura", como lo rebautizó Contursi a pedido de Gardel, quien lo graba acompañado por la guitarra de José Ricardo. "No se me da bien la orquesta; pero con la guitarra, soy otra cosa", diría.

Ese mismo año de 1917, se estrena la primera película del cine argentino, "Flor de Durazno", con un pésimo actor 120 Kg. repartidos en 1,70 m. de estatura. Meses de gimnasia, sauna y, sobre todo, fuerza de voluntad, someten al obeso sibarita hasta llevarlo a los 75 kg.

El dúo estrena en el Empire de Buenos Aires "Mi Noche Triste". El éxitazo los lleva a Chile, Uruguay y Brasil.
En 1927 José Razzano, enfermo de las cuerdas vocales y distanciado del amigo que idolatraba, abandona el dúo, sin que Gardel afronte la separación; es que, en su ser, rehuía actuar ante las responsabilidades amargas, de ser posible.

En 1931, El Zorzal Criollo, El Mudo, entra de lleno al cine, ya famoso y grande como pocos. Para la Paramount rueda en París "Luces de Buenos Aires" (Canta "Tomo y Obligo"). Conoce al guionista y compositor Alfredo Lepera, rodando "Espérame" (Canta "Me da Pena Confesarlo" y "Estudiante"), "La Casa es Seria" ("Recuerdo Malevo") y "Melodía de Arrabal" ("Melodía de Arrabal", "Cuando tú no Estás" y "Silencio").

De allí Gardel viaja a New York, donde la limitación de la barrera idiomática no lom arredró. Actúa en la radio de la NBC y rueda "Cuesta Abajo" (Canta "Cuesta Abajo", "Amores de Estudiante", "Criollita Decí que sí" y "Mi Buenos Aires Querido") y "El Tango en Broadway" ("Rubias de NY", "Caminito Soleado", "Soledad MIDI" y "Golondrinas", son sus canciones).
Alfredo Lepera compone las canciones y escribe los guiones para "El Día que me Quieras" ("El Día Que Me Quieras", "Sus Ojos Se Cerraron", "Guitarra Mía" y "Volver") y "Tango Bar" ("Por Una Cabeza", "Lejana Tierra Mía", "Los Ojos de mi Moza" y "Arrabal Amargo"). Después de estas creaciones, bien pudo morir Lepera ese día... Ya el tango entraba a la inmortalidad en la voz de Gardel.

III. DE VENEZUELA A LA LEYENDA

La última gira de Carlos Gardel inicia el 28 de Marzo de 1935, cuando, temeroso de los aviones, zarpa en el lujoso yate Coamo, rumbo a Puerto Rico.
Gardel llega luego en la motonave "Lara" al puerto de La Guaira, siendo recibido en apoteosis. Llega con dificultad al tren que lo trasladaría a Caracas, pero este choca, Lepera, en la confusión, es herido por las fuerzas del orden público, quienes trasladan a Gardel a un auto con techo de lona. Algunos fanáticos desgarran la lona con navajas y Gardel hace parte del trayecto a pie, rodeado por una multitud que lo vitorea.
Una vez en Caracas, se presenta en el Teatro Principal, después de un filme, como se acostumbraba, durante ochio fechas, más una presentación en el Rialto y en la radio.
En Valencia se presentó hasta la bandera en el Teatro Municipal y, en Maracaibo, en los teatros Baralt y Metro.
La ciudad de Cabimas, presa de la bonanza petrolera, contrató por mucho dinero una presentación. En ese entonces, Cabimas era una aldea de 15 mil almas, casi todas trabajadores petroleros.
El 20 de Mayo Gardel hace en dos horas la travesía Maracaibo-cabimas y se presenta con sensible retraso ante un público inflexible que, pese a que el cantante dejó lo mejor de sí, que no era poco, reaccionó destrozando y luego incendiando el teatro, a lo cual Gardel y los suyos escaparon amparados por la oscuridad de la noche.







El nefasto déspota Juan Vicente Gómez gobernaba a Venezuela para ese momento, e invitó a Gardel a cantarle, en Maracay, para lo cual el cantante dejó plantada a una multitud en el Teatro Principal.
Ante unos cien invitados y, conociendo la afición del dictadorzuelo por las peleas de gallos, cantó "El gallo Bataraz":

Pobre gallo bataraz
se te está abriendo el pellejo
ya ni pa' dar un consejo
como dicen te encontrás
porque estás enclenque y viejo
pobre gallo bataraz.

La incomodidad del silencio se podía cortar con un cuchillo. Sin embargo, a pesar de su ignorancia, Gómez es ladino, y sonríe cuando, tras la presentación, le entrega 10.000 bolívares a Gardel quien, tras rehusarlos, termina aceptando, por cortesía.
Días después, ya en Curazao, Gardel donaría ese dinero a un grupo de exiliados opositores a Gómez.

En Medellín, a despecho de sus temores, Gardel aborda un avión que, a poco de despegar, colisiona con otro. Era el Lunes 24 de Junio de 1935. Fallecía a los 44 años de edad. Ese mismo día se forjó la leyenda.

P.S.: Falta su película "Cazadores de Estrellas", con su par de canciones y cuarteto de melodías no pertenecientes a su filmografía. Omito por razones de espacio y longitud de texto.

miércoles, noviembre 09, 2005

LA ESENCIA DEL TANGO

¿Quién puede olvidar la escena de Perfume de Mujer, en la cual Al Pacino saca a bailar a una hermosa y solitaria muchacha desconocida?
Ella, azorada, le dice, excusándose: "No puedo, porque mi novio va a llegar en unos minutos", y el personaje invidente, con firmeza, replica: "Pero... ¡En un momento se vive una vida!"
Y el tango Por Una Cabeza inunda el salón.

Desecho la tentación de explayarme sobre ese filme portentoso, para pasar a hablar del tango.
La Argentina de 1880 estaba compuesta por una enorme masa de inmigrantes que duplicó desigualmente la población en pocas décadas, de manera que más del 70% de los residentes de Buenos Aires eran del sexo masculino. El 25% de estos pobladores eran negros.
Mientras los blancos bailaban mazurcas, polkas y valses, los negros hacían lo propio con los candumbes, el cual se bailaba prestando mayor atención a la percusión que a la melodía.
Tangó era el lugar donde la negritud se congregaba a festejar, y pronto la palabra obtuvo su acento grave, como la mayor parte de las palabras castellanas. En la geografía africana hay muchos topónimos con ese nombre; sin embargo, el, orgullo blanco porfía en recordar que tango era el nombre de un palo flamenco español.

En 1870 se popularizan en los barrios bajos o arrabales las academias o perigundines (Prostíbulos, pues), donde la excedente población masculina volcó sus fueros. Luego surgieron academias más refinadas -léase lupanares costosos- donde los ricachones iban de farra. El tango se inicia con violín, flauta y guitarra; cuando esta última escaseaba se acomodaban con un peine hecho instrumento de viento al intercalar un papel de fumar y soplar. El soplador marcaba el ritmo. El bandoneón, instrumento por antonomasia, llega tarde, en 1900 y sustituye lentamente a la flauta, llegando para quedarse.

Los títulos de los tangos no dejan lugar a dudas de su origen de baja ralea: "Dos sin sacarla", "Qué polvo con tanto viento", "Con qué tropieza que no dentra", "Siete pulgadas", y otros. Por cierto, el hermoso tango El Choclo, no se refiere a la mazorca de maíz, sino al chocho, coño o... Bueno. En fin.





De Argentina a París, el tango se viste de gala y pierde su aire bastardo. En esos años la capital francesa respiraba pasión por el baile y los ritmos nuevos. Los niños bien de Buenos Aires llevaron el tango a los salones de baile, donde su proximidad física y contacto con fines sensuales fueron aceptados sin problemas en la relajada capital europea.

La palabra milonga, en lengua quimbundu significa queja, lamento, reclamo, y así pasó a designar un ritmo en especial.

De cualquier manera, y a pesar de sus modestos orígenes, el tango es un baile de una belleza y sensualidad extremas, un regalo para nuestros sentidos, y también para el alma.

Quiero finalizar el artículo invitándolos a disfrutar de la película Scent of a Woman (Perfume de Mujer), sea la versión de Al Pacino y Chris O'Donnel, bajo la dirección de Martin Brest, en 1992, basada en la novela Il Buio e il Miele, de Giovanni Arpino, o la película original de Dino Risi, de 1974, con Vittorio Gassman, cuyo argumento difiere sustancialmente del remake americano de 1992. No he leído el libro.

Y los dejo con una frase del Coronel Slade en la película: "No estás en posición de disentir, niño. Yo tengo en mi mano una .45 cargada, y tú tienes espinillas."

domingo, noviembre 06, 2005

CAMBIO

El Hospital Central de Valencia era una mole insalubre, onírica e inamistosa, con vapores meritorios de películas de terror creando un vaho maloliente a mi paso. Era muy de mañana, e iba yo de corbata y bata inmaculadamente blanca a presentar mi examen final de Medicina Interna del X Semestre.
Había una tensión inusitada en el ambiente, ajena a mí, hasta el momento en el cual una compañera me puso al tanto: llevaba yo la más alta calificación posible para ese examen; el doctor (...) había jurado que esa nota no la merecía ni siquiera él, y en público se había comprometido a dejarme en ridículo. La mejor estudiante de nuestro semestre iba un poco rezagada con respecto a mí en esa materia, y había pasado noches y días en vela, tomando anfetaminas para mantenerse despierta y lograr repuntar sus notas, y era una chica atractiva con no pocos fans, mientras que yo era una especie de bohemio con vida freelance y ajena a la masa estudiantil; esa cualidad mía de "evasivo" daba un sabor extra al drama que estaba por ocurrir.
Tuve que despachar a mi amiga diciéndole que no se preocupara, que solo era una nota más, y ella fue corriendo a contar lo loco que yo estaba a los demás.
Llegado mi turno, pasé a la penumbra del auditorio, donde el jurado me esperaba. Tras unas preguntas, el doctor que era mi supuesto contendor me despachó con la doctora objeto del terror del estudiantado, quien me hizo preguntas fuertes, difíciles, pero nada rebuscadas, y me hizo pasar con un último jurado, una doctora de inclinación comunista a quien la ofendían particularmente mis camisas Lacoste, mi automóvil y mi vida clase media, obtenida con sacrificio de toda mi familia. Ella hizo el trabajo, con preguntas fuera de materia y contexto, amén de una risa burlona y comentarios gratuitos y mordaces, que hoy no recuerdo.
Al salir del examen, aprecié a mi compañera, la mejor de nosotros en cuanto a notas, llorando desconsolada. Algunos me preguntaron cómo me había ido, y expliqué que no había sabido responder un par de preguntas, lo cual dibujó algunas sonrisas disimuladas.
Al fin, se acabó el examen al salir el último alumno. Pero algo raro ocurría adentro. Se oían voces airadas, y no salía nadie a dar las notas finales. tras varios minutos de tensión, se abrió la puerta y la doctora terror inició la letanía.
Confieso que cuando me nombró, sentí algo de miedo. Pero cuando me adjudicó la máxima nota, quedé estupefacto. A mi compañera, la llorona, le ocurrió lo mismo al oír la misma nota que yo. Nunca supe qué pasó allí adentro.
Lo cierto es que, contento como nunca, fui a darle la gran noticia a mi papá. Yo había sufrido mucho en la universidad la mediocridad de los profesores, el ambiente inhóspito y anti-alumno, el calor, las bibliotecas lastimosas, el conformismo, los compañeros sin condiciones morales ni personales mínimas... Incluso el hecho de tener dos hermanos médicos antes que yo, me había traído problemas ("Tu hermano me cae mal; así que vas a tener que estudiar mucho para no repetir esta materia toda tu vida..." había sido la amenaza de un profesor una vez). Por ello desbordaba de alegría esa tarde cuando subí las escaleras de mi casa y fui hasta el cuarto de mis padres, donde mi papá leía la Gaceta Hípica, lápiz en mano, oyendo un programa hípico radial.

-¡Saqué 20 en el examen, papá!
Sin separar los ojos de la revista (sospecho que los oídos del radio, tampoco), contestó:
-Ujú.
-¿No me vas a felicitar?
-Felicitaciones, hijo - respondió con cierto afecto.
-¿Qué me vas a dar por haber sido el mejor, padre?- bromeé yo.
Mi padre soltó la revista, se quitó los anteojos y me miró. casi enojado y, con algo de ironía, me espetó:
-¿Regalarte? Sacar 20 es tu deber. Cuando sacas menos, estás robando a tu familia, que se sacrifica por tí.
Mudo y molesto, bajé las escaleras salí de la casa.

En mi familia las condiciones intelectuales lo son prácticamente todo. Desde que tengo uso de razón, daba por descontado que todos nos graduaríamos en la universidad y haríamos post-grados. No en vano mis compañeros del colegio me llamaban Mister Spock.

Mi madre y mi padre murieron prematuramente y, en 1998, mi hija menor enfermó de gravedad. Con el pasar de los días, meses, años... he entendido que la preparación intelectual no sobra nunca, pero tampoco basta. No solamente no lo es todo, sino que es poco. He tenido que caminar sobre mis huellas, empezar de nuevo, aprender a decir lo que siento y a sentir lo mejor, a creer de nuevo. Y ha valido la pena. No, no soy el mismo; hasta nuevos errores y defectos tengo. Pero en general me siento yo, Protheus.
¿Te atreves?

jueves, noviembre 03, 2005

¿Nueva? Especie Venezolana

A continuación, reproduzco comunicación de famoso paleoantropólogo en respuesta a solicitud mía.

Dr. Protheus.
Terra Incognita et maximus cognitas.
Venezuela.

Estimado Dr., en respuesta a solicitud en carta vuestra fechada el 13 del mes próximo pasado, donde nos ruega estudiemos la posibilidad de buscar fósiles de antepasados de nos, los humanos, en tierras venezolanas o, dar explicación sobre su ausencia, tenemos una buena, una mala y otra pésima noticia que dar:

Buena: se equivocan. Estudio de campo llevado a efecto demuestra presencia de numerosos individuos de especie de homínido antepasado nuestro en sus tierras.

Mala: esta especie, que se creía extinta, mora, vive y se camufla entre ustedes desde hace cientos de años.

Pésima: la especie en cuestión es el Abusopithecus cognoemadrensis, especie depredadora que acabó en el pasado con otras.

¿Cómo reconocerla?

El Abusopithecus fuma hierbas en combustión en sitios prohibidos, no tiene visión de colores, por lo cual no respeta los semáforos. Su coordinación motora es escasa, por lo cual empuja en los ascensores, maneja auto como Bonnie & Clyde, gesticula en tu rostro, choca a gente con el carrito de supermercado, etc. Su capacidad lingüística es límite, por lo cual grita en espacios cerrados, se comunica con alaridos, usa el verbo "bichar", desconocido por la ciencia, maldice e insulta sin argumentos, cuenta la película en el cine, lee en voz alta y se ríe como poseso diabólico escupiendo en el rostro a su interlocutor. No tiene concepto de temporalidad, por ello llega tarde a todo o no llega, simplemente; coloca música a volumen alto de madrugada, taconea en los apartamentos privando de sueño a los humanos, llama por teléfono de madrugada para nimiedades, etc. No conoce las normas de higiene, por lo cual lanza objetos a la calle desde el auto, casa o apartamento, huele mal y suele disfrazar ese olor con medio litro de colonia a las siete de la mañana, para luego oler a mapurite a las nueve, se saca los mocos delante de usted, se lanza p... y se hurga los dientes. Su pequeño cerebro no adquirió conceptos de familia, por lo cual anda en celo regando hijos por el mundo, sin responsabilidad alguna sobre ellos, tiene relaciones fortuitas a granel porque no cree en enfermadades de transmisión sexual, y la "vida es corta", maltrata a todos los que malviven con él (ella), vive su vida a despecho del otro. No conoce el trabajo, por lo cual su lema es "Mejor jalar b... en la sombra que escardilla en el Sol", y "Vive de tus padres hasta que puedas vivir de tus hijos". Piensa que parte del petróleo del país es de él, y que deben pagarle su parte ya, y listo. Cero concepto de Patria, por lo cual su ilusión es enchufarse en un cargo público y robar como Caco; total, hay otros Abusopithecus cognoemadrensis en la policía y entes estatales.

¿Qué hacer?

Ya Darwin advertía que las especies "o se adaptan, o emigran o perecen."
Le urgimos a emigrar, Dr. Protheus. Esta especie es altamente depredadora y se reproduce a una tasa exponencial. Exterminar a esta especie es costoso e inviable, pues está en todos lados.
El Abusopithecus, una vez aislado, termina por autoextinguirse, pues vivir sin normas, límites ni objetivos altruistas es regar la semilla de la planta de la perdición.

Atte.,
Donald Johanson
Chairman
Institute of Human Origins
Juan Luis Arsuaga
Proyecto Atapuerca