jueves, octubre 26, 2006

Ejercicio de Autoedición

Dedos adentro
que desean
entre dedos
atrapar dentro
centrada carne
en trampa atrapada
descarnada carne
adentrada
que me atrapa
dediles atados
dedos desgarran
atrapamiento central
agarra en garra
carnívora carne
persigo centrado
atrapando palabra
desgarrada
perseguida,
palabrerío
persecución
de carnada
entrada
persiguiendo
encarnada
centro
desgarramiento
adentro
silencio.

miércoles, octubre 25, 2006

Tarea Comentada

Me invitó Zeucita a cumplir una tarea. Con gusto me pongo manos a la obra.

Se trata de responder un cuestionario empleando la letra de las canciones de un solo intérprete. En estos tiempos retro, escogí al cantante español Raphael, tras dura lucha con mi admirado Carlos Gardel.

1ª- ¿Hombre o mujer?
Yo soy aquel.

2ª- Descríbete.
Prefiero ser un loco soñador
amante de la vida en libertad.
Prefiero ser de fuego y de pasión...
a ser espejo.

3- ¿Qué sienten las personas sobre tí?
De mis ansias y mis sueños...
¿Qué sabe nadie?

4ª- ¿Cómo te sientes?
Soy el mismo.
Un poco más mayor, quizás.
Un poco más cansado, sí.
Pero tengo ilusiones como cuando era un niño
y me doy por entero...

5ª- ¿Cómo describirías tu anterior relación sentimental?
Un paso por el tiempo sin dejar ninguna huella.

6ª- Describe tu actual relación sentimental.
Si recuerdas los versos de tu infancia.
Si percibes el llanto más callado.
Si percibes el roce de unas manos...

7ª- ¿`Dónde quisieras estar ahora?
Contigo y Aquí.

8ª- ¿Cómo eres respecto al amor?
¡Yo, te amo con la fuerza de los mares!
¡Yo, te amo con el ímpetu del viento!
¡Yo, te amo en la distancia y en el tiempo!
¡Yo, te amo con mi alma y con mi sangre!
¡Yo, te amo como el niño a su mañana!
¡Yo, te amo como el hombre a su recuerdo!
¡Yo, te amo a puro grito y en silencio!
¡Yo, te amo de una forma sobrehumana!

9ª- ¿Cómo es tu vida?
Más dicha que dolor...
más besos y caricias.

10ª- De tener un solo deseo... ¿qué pedirías?
Caminar con alas por el mundo.

11ª- Frase o cita.
¿Qué sabe nadie?

12ª- Despedida.
Las distancias se hacen cortas.

viernes, octubre 13, 2006

Historia Médica VII

La convulsión lo sorprendió antes de saltar en parapente, lo cual salvó su vida. Pero más lo sorprendió saber, días más tarde, mientras pemanecía internado en la clínica, que tenía un tumor en el lóbulo frontal de su cerebro.
A los 31 años de edad, saludable como pocos, profesional y con una gran afición a los deportes de riesgo, le parecía que la vida se había ensañado con la persona equivocada.
Sin embargo, lo peor estaba por venir.

Los médicos le habían advertido sobre posibles trastornos de personalidad, dada la ubicación de la lesión, mas nada se comparaba a lo que le ocurría: al dormir al inicio, y luego incluso despierto, empezó a tener visiones de eventos de un pasado remoto que cobraba vida y sentido en alguna parte de su mente. Soñaba con brumosas batallas marítimas, en las cuales salía herido, con huidas de aldeas incendiadas, con cacerías de animales que apenas podía distinguir, y se veía inmerso en guerras y actos de bandolerismo, y en todas esas ventanas de pasado se veía a sí mismo inmerso en la realidad del momento, como si de pronto pudiese recordar quién fue en vidas pasadas como si recordase hechos recientes.
Alucinaciones pseudo-psicóticas como manifestación paraneoplásica, le dijo el doctor, al tiempo que le lanzaba una de esas miradas tipo pobre-loco-y-yo de-mala-suerte-que-me-tocó.
Pronto tuvo un sueño que lo convenció. En medio de la batalla naval, pudo leer el nombre de la goleta a la cual él y sus compañeros atacaban: Almadia.
Una vez en el museo naval, se enteró cómo los piratas habían hundido el Almadia, una mañana de Mayo de 1787, frente a la rada de La Guayra. Cuando vio el barco que había lanzado el ataque, no tuvo dudas: lo recordaba tan bien, detalle a detalle, como si lo hubiese visto ayer.
Lo que más le desesperaba de su nueva condición es que era ciego al futuro. Solo podía ver jirones angustiantes de sus vidas pasadas, todas ligadas a aventuras y actos extremos, a los cuales siempre había sido aficionado; pero no podía ver nada de los sucesos futuros.
Pasaron los meses, la intervención quirúrgica para remover el tumor detrás de su frente no podía postergarse más.
Con la cabeza rapada entró a quirófano y conoció a su anestesiólogo. Mientras se entregaba lentamente a la inconsciencia de los agentes anestésicos, pudo leer una palabra conocida, inquietante, bordada con caractyeres antiguos en el gorro del médico que se inclinaba sobre su rostro: Almadia.

miércoles, octubre 11, 2006

domingo, octubre 01, 2006

Pitágoras



Parte de la historia de este ser monumental se encuentra perdida en las brumas del tiempo y la leyenda.

Nació en Samos, Grecia, hacia el año 580 antes de Cristo. En su ciudad natal destaca por su inteligencia, siendo enviado a Mileto, a estudiar bajo la égida de Thales, Anaximandro, Frékides y otros.

Aún muy joven, realiza un viaje transformador a Babilonia y Egipto, encrucijadas mercantiles y del saber para la época; posiblemente visitó la India, también. De estos viajes regresa con novedosas ideas matemáticas, astronómicas y, sobre todo, religiosas, además de haber presenciado como la música oriental suena cacofónica a los oídos occidentales, por lo cual intenta darle a la música un sentido matemático puro. "Todo es número", asevera, absolutista. Nace así el pitagorismo primitivo, plétoro de ideas mezcladas orientales y occidentales.

De regreso a Samos, sus enseñanzas secretas, misteriosas, enfrentadas a la tiranía de Polícrates, hacen que Pitágoras emigre hacia Crotón, en el sur de Italia (Magna Grecia), dejando tras de sí algunos alumnos golpeados y sus escuelas incendiadas.

Crotón era rival de Síbaris, cuyos ciudadanos eran dados a la vida dispendiosa y a la ostentación, por lo cual el ascetismo y la vida sencilla de Pitágoras y sus discípulos pronto tuvieron buena acogida en Crotón.

Apenas al llegar, Pitágoras es invitado, siguiendo la tradición, a exponer sus ideas en cuatro discursos por separado: al Senado, a los jóvenes, a las mujeres y a los niños, con un éxito total.

Las escuelas pitagóricas basaban sus enseñanzas en las matemáticas (con carácter de secreto religioso, juramento incluído), la astronomía, la música y la gimnasia. Hoy día, muchas órdenes religiosas, colegios privados y sectas alrededor de todo el mundo, siguen una estructura semejante, incluso prefiriendo a los jóvenes como educandos, a la usanza pitagórica. Por otro lado, las mujeres eran bienvenidas en las escuelas, y aún no importaba la condición social o gentilicio del iniciado.

Pitágoras incluía elementos del folklore religioso de Crotón para sus enseñanzas, y distinguía dos clases de miembros en sus escuelas: los Matemáticos (Mathematikoi = conocedores) y los Acusmáticos u oyentes. Los primeros eran los más jóvenes, iniciados que aprendían a cabalidad la doctrina; los segundos participaban de la hermandad sin conocer sus bases filosóficas. Tras la muerte del maestro, los matemáticos exploraron y modificaron el saber pitagórico, considerándolo susceptible de perfección en base a sus conocimientos. Hipaso, uno de ellos, decidió violentar el secreto de la hermandad y reveló "el secreto de la esfera de doce pentágonos" y las "longitudes inconmensurables", abriendo el conocimiento al mundo; pero fue expulsado de su secta, e incluso cavaron su tumba y grabaron su lápida, simbolizando su muerte, aunque andaba por allí, esparciendo el saber. Los Acusmáticos guardaron inalterado el conocimiento del maestro, y gracias a ellos Euclides conoció el teorema de Pitágoras y otras valiosas adiciones a las matemáticas.

Contemporáneo de Buda y Confucio, Pitágoras creía en un universo armónico, regido por reglas matemáticas. Creía que la Tierra y los demás planetas eran esferas que pendían del vacío a longitudes musicales, por lo cual cantaban al girar todos, incluso el Sol y demás estrellas, alrededor de un fuego celestial. A él debemos el carácter deductivo de la Geometría y su secuencia lógica. Influenció sobre Jesucristo, Beethoven, Galileo, Leonardo Da Vinci (y todos los renacentistas en la búsqueda de la belleza en la armonía), Bertrand Russell y Darwin y los cuáqueros de todos los tiempos. El pentágono estrellado, glifo de la hermandad, y en el cual el Número Aúreo figura infinidad de veces, ha sido adorado y demonizado hasta el cansancio. Introdujo los conceptos de elipse e hipérbole, representó los números triangulares, cuadrados y pentagonales, base de la Teoría de los Números, introdujo el concepto de Gnomón, y sentó las bases matemáticas para la música, al afirmar: "Una cuerda -unidad- reducida a la 1/2, produce una octava al vibrar (Do natural); si vibra a los 3/4, se obtiene la cuarta (Fa); en las 2/3 partes da la quinta (Sol)."

Pitágoras estaba en el colmo de la felicidad: los números implicados en estas proporciones eran el 1, 2, 3, y 4 (Tetraktis), los cuales suman 10, el número ideal que simbolizaba el Universo.

"Ama a Dios sobre todas las cosas. El alma es inmortal y transmuta. Somos de naturaleza divina."

"Nada nuevo bajo el Sol. Ciclos, que se suceden."

"Todos los seres vivos estamos emparentados."

Palabras del maestro.

Los ecos de su sabiduría aún llegan hasta nosotros.