miércoles, agosto 30, 2006

HISTORIA MÉDICA VI

1
"¿¡Mi adopción!?", se preguntó el cirujano, mientras veía a la hermosa mañana del hospital ensombrecerse por la pregunta del patólogo.
- Veo que todos en el hospital saben que soy adoptado -dijo, mirando fijamente al patólogo-. Sí, mis padres biológicos fueron opositores al régimen militar de la Argentina. Desconozco cómo murieron, aunque imagino que no fue muy agradable. Mis padres actuales siempre me dicen que yo fui el consentido de sus hijos, pues soy el hijo que ellos escogieron. Los dos hijos previos de mis padres me aceptaron sin mayores problemas, y nos queremos mucho -Sonrió.- Sé muy poco más, excepto que dudo que yo pueda haber sido más feliz con alguien que no sean ellos. Incluso deseaban adoptar más niños, pero no pudieron. Yo fui el afortunado.
El patólogo dejó a un lado el café que no había tocado.
- Le pregunto esto, doctor, porque tengo un caso interesante desde hace una semana, y pensé que Ud. me podría ayudar. Creí que lo de su adopción podría ser de importancia, pero ya veo que no.
- Dígame, amigo, ¿cómo pdría ser de ayuda yo?
Le tendió una carta.
2
La brisa mañanera dificultaba la lectura haciendo ondear como una bandera cansina la hoja de papel desdoblado.
La letra era pequeña, picuda, y la escritura tenía una caída conforme progresaba que hacía las líneas se amontonaran a la derecha.
"Depresión, agresividad", pensó el cirujano mientras comenzaba a leer.
Esta es una decisión personal. Nadie me ha traído hasta esta situación, sino mi propia voluntad. Culpar a terceros sería tentador, pero injusto. No solo se mata lo que más se ama, sino lo que más estorba. Mi vida es el paradigma de esta última categoría. Vivan en paz. Para ello, mi contribución.
El cirujano dobló cuidadosamente el papel y se lo entregó a su colega.
- Usó un arma de fuego de alto calibre.
El patólogo sonrió.
- Una escopeta calibre .12 desde el borde de un edificio de ocho pisos; cayó al pavimento en mala posición. No murió de inmediato. Malo, malo.
- ¿Qué tiene que ver mi adopción con todo esto?
- Él le dijo a su ex-esposa, antes de suicidarse, que iba a pagar algo que le debía a usted, doctor.
El respingo del cirujano agarró por sorpresa al patólogo, aunque lo esperaba.
- ¿¡ A mí!? ¡Vamos a ver a ese sujeto, cadáver o lo que sea!
3
Ya habían salido del Laboratorio de Anatomía Patológica y de las oficinas de la Policía Científica.
Sentados de nuevo en el cafetín, los dos médicos hablaban con calma.
- Ni lo conozco, ni me debía siquiera una consulta -dijo con ironía el cirujano.
El patólogo dejó un billete sobre la mesa y se levantó. Mientras se marchaba, se despidió:
- Estaremos en contacto.
4
Los dedos del médico se deslizaron por el bolsillo de la bata, tocando ese examen laboratorial que era mejor hacer desaparecer para siempre.
Nadie debía leerlo jamás, como si nunca se hubiese realizado.
5
Días antes, el hombre de pie en la cornisa del edificio sintió la brisa nocturna en su rostro.
Mientras acomodaba el cañón de la escopeta bajo su barbilla, no repasaba sus malas acciones ni alguna situación extrema que lo hubiese llevado a ese desenlace. No.
Pensaba en el día que decidió buscar su pasado; el día que fue a la Emergencia del hospital y vio a aquel médico esforzándose por los demás. Oyó las opiniones de sus pacientes, quienes lo estimaban. Estuvo sentado cerca de seis horas en las duras sillas de la Emergencia, tomando una decisión.
A pesar de su vida azarosa, muchas veces ilegal y desordenada, por vez primera sintió alegría verdadera.
Y no tenía fuerzas ni coraje para arruinar esa placentera sensación.
Aunque tendría mucho qué decirle, no iba a arruinar más vidas. Y menos la de esa persona maravillosa de la cual se sentía hoy parte.
Por ello buscó en su ratonera la escopeta que escondía siempre cargada, escribió una breve misiva, la cual dejó en el bolsillo de su raído pantalón, y llamó a su ex-esposa, a pedirle perdón y a despedirse.
Mientras apretaba lentamente el gatillo, el hombre supo que lo mejor era que nadie supiera jamás que el cirujano, ese hombre de bien, tenía un familiar con una vida azarosa, marginal, un hermano al cual nunca iba a conocer...

sábado, agosto 26, 2006

"Ego te Absolvo". Oscar Wilde

Nace en 1854, en Dublín, Irlanda.
Durante su infancia ya sus dotes intelectuales descollaron, por lo cual ganó numerosos premios y fue becado, entrando al Magdalen College de Oxford. Allí ingresa en los movimientos estético y decadente, se deja crecer el cabello y empieza a vestir ajustados pantalones de gamuza y a decorar su habitación con flores, plumas de pavo real y porcelana erótica. Además desdeñó los deportes "masculinos" de la época y adoptó un habla mordaz y aguda; nada de lo anterior le granjeó muchas amistades, y tuvo que sufrir en varias ocasiones la destrucción de sus habitaciones del Magdalen (las cuales se usan hoy día como Recepción) y alguna zambullida en el helado río Cherwell. Sin embargo, en ciertos estratos sociales, el esteticismo caricaturizado en la actitud lánguida y la vestimenta estrafalaria se abrieron camino gracias a la perseverancia estoica de Wilde.
A los 22 años conoce al pintor Frank Miles, y se hacen amantes en secreto casi de inmediato.
Después de graduarse - y sobrevivir - en el Magdalen College, Wilde regresó a Dublín, donde conoce a a Florence Balcome, de la cual dice enamorarse. Pero la dama inclina la balanza de sus afectos hacia Bram Stoker (Sí, ese Bram Stoker), por lo cual Wilde jura no regresar nunca más a su tierra natal, aunque incumplió en par de ocasiones dicha promesa.
La opereta Patience, la cual caricaturizaba al esteticismo con alusiones a Wilde, tuvo tal éxito en New York que un empresario envía al dramaturgo de gira por los Estados Unidos en una serie de conferencias, para que el público de esas latitudes conociera al personaje y éste le abriera las puertas a la obra.
De regreso en Londres, ya en 1884, conoce y se casa con una acaudalada Constance Lloyd, hija de un consejero de la reina; su dote le permitió vivir con holgura. Tuvieron dos hijos y pronto se divorciaron.

Debido a su relación con lord Alfred Douglas, fue acusado de sodomía por el padre de su amante, el marqués John S. Douglas, y condenado a trabajos forzados durante dos años. Y lean bien, que trabjos forzados en esa época no era un eufemismo.
Antes de continuar me pregunto yo: ¿No era igual de homosexual y de sodomita el conspicuo Alfred? ¿El marqués reaccionó por el bien de su hijo o por guardar las apariencias y salvarse del escarnio público?
El 14 de Mayo de 1897 Wilde fue puesto en libertad, y ocultó su desgracia cambiando su nombre al de Sebastián Melmoth. Siete meses más tarde, lord Alfred se cansa de él y lo abandona, y Wilde se marcha a París hecho una ruina.
El chico mimado por la élite victoriana de la época, una suerte de bufón genial para aquellos cuya moral hipócrita no pudo ni supo apreciar, falleció en un hotel parisino de meningitis, el 30 de Noviembre de 1900.

"- ¿Por qué no haces como el Príncipe Feliz?- preguntó la sensible madre a su hijito, quien lloraba por la Luna- El Príncipe Feliz jamás soñaría con llorar por nada."
"- Me consuela saber que hay alguien en el mundo que es inmensamente feliz - murmuró un hombre desilusionado mientras miraba fijamente la maravillosa estatua."
"- Parece un ángel - dijeron los Niños de la Caridad al salir de la catedral (...)
- ¿Cómo lo saben, si nunca han visto uno? -preguntó el Maestro Matemático.
- ¡Ah!, lo hemos visto en sueños- respondieron los niños, y el Maestro Matemático los miró severo y ceñudo, pues desaprobaba los sueños en los niños."
Extractos de El Príncipe Feliz.

Selecciono aquí algunas de sus menos mordaces pensamientos:

"A veces podemos pasar años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un instante."

"No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir, y decirlo."

"Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen."

"Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve."

"Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón."


Siete años después de la muerte de Wilde, el Nobel de Literatura recae en uno de los más altos exponentes del colonialismo inglés, Rudyard Kipling, defensor de la "carga del hombre blanco", la cual consiste en el duro trabajo de los países civilizados para someter al colonialismo a los atrasados pobladores de Asia, América y Africa.

martes, agosto 15, 2006

Espejo Circular

Separar la promesa de tus párpados,
alejar la tristeza de mis horas.
Cada instante perdido
vivirlo en tu sudor.
Tenderme a la orilla de tus pies,
lamer tu piel y sus secretos.
Darte de beber en el cuenco de mis manos,
saciar todo el deseo.
Florecer pasos sobre antiguas pisadas,
libar el polen de tus besos.
¡Cómo dejarlos flotar,
cuando los quiero presos!
toda dedos y labios,
por todo mi cuerpo.
Espiral de cansancio, vorágine y sexo.

viernes, agosto 11, 2006

Cumpleaño Para Protheus - El Blog


A
Hace un año empecé a escribir en este blog. Rememorando, ha sido un año desigual. Empecé escribiendo para explicarme a mí mismo los antecedentes de mi enrevesada forma de pensar. Así, empecé creando posts que hablaban sobre la personal visión mía acerca de la civilización, lo que yo llamo el Fenómeno Humano.
Pronto empezaron los escritos más personales, y el bosque fue quedando atrás por la visión de un solo arbolito con ansias, sueños y alegría de vivir: el verdadero Protheus.
No me he traicionado. He sido fiel a mí mismo. Puedo ver mis errores a los ojos, como a fantasmas del pasado, que reaparecen de vez en cuando para recordarme cuán humano soy. Y sigo adelante.
Tarde en mi vida, y gracias a este blog, retomé las letras. Se lo agradezco a mi insistencia, a mis hermanos, a Lobo (no me voy a poner nostálgico), y a Stephen King, quien me dijo que no solo podía, sino que debía escribir, contar lo que me apeteciera usando mis talentos, pocos o muchos - eso lo diría el tiempo, ese asesino que ya no me sobra.


B
¿Por qué Protheus?
Inicialmente quise escoger Prometeo, pero alguien lo había hecho suyo ya.
En honor a la cultura griega, el motor cultural de todo Occidente, adopté el nombre de ese dios marino, anciano sabio, protector de personas y animales, que podía cambiar a placer su aspecto físico, mas no su carácter bondadoso.
Y la transformación sí ocurrió.
Tengo poco tiempo para el blog, y poco para hacer amistades virtuales.
Pero cuando logro pasearme por blogs de literatura, de cocina, personales, eróticos, tecnológicos, humorísticos, poéticos, etc., puedo entender lo que sintió Neo cuando lo sacaron de Matrix y llegó al mundo real, solo que yo hago el viaje en ambos sentidos, cada vez que me place.
Los destinos de este viaje excitante y seductor son ustedes, lectores y escritores, blogueros o no; pues los leo y le dan otra visión a mis pensamientos, me hacen ver el mundo que hay dentro de cada ser, diverso y único. Y me estimulan a sentarme a escribir, a estudiar, a aprender...
C
A estas alturas, huelga decir que estoy agradecido; pero lo estoy, y agradecer me ayuda.
Este primer año es también oportuno para pedir disculpas a quien pudiera haberse sentido en menoscabo por alguna opinión o comentario, a la vez que advierto sobre la inconveniencia de sentirse como el vanidoso de El Principito en la jungla de los blogs, donde algunas aves desean ganar notoriedad emprendiéndola a pedradas contra las aves que se le acerquen, y no volando.
Mucho se habla en los blogs de paz, tolerancia, respeto, ayuda y otros altos valores de la Humanidad. Debemos ponerlos en práctica entre nosotros mismos primero: Nadie puede dar lo que no posee primero.
Gracias por permanecer.