Eres toda de selva,
con aroma de flores
y animales ignotos.
Soy lluvia para tus ríos
sedientos e impetuosos.
Puedo hollar tu suelo,
no pertenezco a tus predios.
Soy un intruso, mala compañía,
pavor de fuego,
falso sortilegio.
Das tanto de tí...
¡y tanto te arrancan!
Puedo abrazarte
sin tenerte nunca toda,
en el miedo y la ausencia,
sin culpas ni mañanas.
Vuelo de aves,
gritos secretos y follaje.
Toda tú, hojas de dolor,
renovación y permanencia.
Selva, que te marchas
en acentos de humo,
pasos verdes sin vereda.
Quiero bañarme desnudo en tus cauces
y beber tu nombre por siempre.
Rolando.
6 comentarios:
hermosa!, me gusto mucho, creo que has cambiado desde aquellos primeros poemas que leíamos o te leía a escondidas. Besos
Me parece que te debía una visita. Y ha valido la pena. Muy buenos escritos, lo de la katana, genial.
Saludos.
Pablo Neruda, J.A. Silva, A.E. Blanco han hecho nido en tí, R...
No nos niegues tus versos, sé que atesoras muchos y no te gusta sacarlos a la luz. Deja que nos hagan soñar.
R., definitivamente tú y yo no somos nada originales.
Hemos bebido de las mismas fuentes, alguna vez en nuestras vidas.
Lo del mar, no ha sido sólo una metáfora gratis o/y complaciente.
Rayita tiene razón, nos debes muchos de tus íntimos versos
Perdón, fue Ximena:
"No nos niegues tus versos, sé que atesoras muchos y no te gusta sacarlos a la luz. Deja que nos hagan soñar."
Me anoto en la cola de "pedilones"..."No nos niegues tus versos". EBE
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