martes, septiembre 27, 2005

REX EST LEO



En la Edad Media, la única fuente de conocimiento provenía del estudio de las Escrituras y de Platón y Aristóteles, a lo sumo, y no de la experimentación. Las cosas hechas por el ser humano eran útiles y bellas solo si se dedicaban a alabar a Dios. Las agujas de las catedrales saludaban esta decisión apuntando al cielo, y los fieles se sentían insignificantes en las bóvedas gigantescas donde resonaba un órgano como las trompetas del Apocalipsis.

Con el Renacimiento, nacido en las ciudades-estado de Italia, en las cuales las ricas familias sabían de su valía, florecieron genios que, por vez primera, gozaban de ser considerados como practicantes de las artes especulativas: pintores, arquitectos y escultores, por primera vez al nivel de filósofos, teólogos y otros.

Andrea del Verrocchio era, después de Donatello, el más famoso precursor del Renacimiento. En 1466 recibió en su taller, en Florencia, a un chico de 14 años proveniente de la aldea de Vinci.
Allí permaneció durante al menos 10 años, trabajando duro e inventando nuevos pigmentos y colores. En 1470, este joven pintó el ángel arrodillado a la izquierda, en El Bautismo de Cristo, de Verrocchio. Al verlo, el maestro expresó su deseo de no pintar nunca más. En 1478, el joven, llamado Leonardo, se hace maestro independiente, e inicia una carrera sin igual. Pintor, escultor, geógrafo, físico, matemático, anatomista, naturalista, ingeniero... Excelente en todo.
Gran parte de su obra está irremediablemente perdida; otra gran parte, inconclusa.
Era alto, bien parecido, expansivo de carácter, persuasivo, buen músico e improvisador. Todo un personaje.
Su éxito descomunal trajo consigo acusaciones de sodomía, las cuales no fueron comprobadas nunca; pero sus estudios anatómicos y conceptos a despecho del status quo eclesiástico y civil, hicieron caer sobre él esa mancha perdurable.
Era zurdo -sinistro-, cosa grave para la época. Por ello escribía de derecha a izquierda (escritura especular); así no manchaba las hojas y dificultaba la lectura.
"La Naturaleza empieza por las causas y termina por la experiencia", escribió. "debemos proceder en dirección opuesta:empezar por la experiencia hasta llegar a las causas". Tardaron los científicos 200 años en asimilar este legado, el de la ciencia experimental.

Leonardo Da Vinci estudió anatomía en animales, personas vivientes y cadáveres. El archifamoso Vitruvio, arquitecto romano, sentenció que la figura masculina con brazos y piernas extendidos, podía ser dibujada a la perfección en un círculo o en un cuadrado. Todos lo hacían así, tomando como centro el ombligo, naturalmente. Todos, excepto Leonardo, quien tomó medidas en decenas de sujetos vivos y concluyó que el centro del cuerpo estaba en los genitales, y no en el ombligo, lo cual llevó a la hoguera a miles de dibujos pseudo-anatómicos. Además experimentó con pigmentos, colores nuevos, diseño de paracaídas, planchas de planchar ropa, artefactos voladores, aerodinamia, etc., etc. y etc.



Todo lo dudaba, todo lo comprobaba, así bien calza en él como en nadie, la máxima: ¿Mis maestros?. Qué, cómo, cuándo, dónde y por qué.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno, RR. Difícil comprobarle a Leonardo su pasión gay. Tengo un libro publicado en los años 70 que menciona al "novio". Se llamaba Salaino (ese era su apodo) y fue modelo, entre otros, para ese San Juan Bautista que pusiste en tu post. A quién interesan las tendencias sexuales de un genio? a cualquier mojigato ocioso, digo. Lo importante de Leo es ese legado que tú nos mencionas. Era un gran artista, pero un pelo inconstante y, por andar experimentando, poco perdura. Sus estudos son más valiosos y perdurables.
AQ

Anónimo dijo...

Excelente post tío
PD: Sobre el anterior no opino...No leí ese libro ni ninguno escrito por el autor en cuestión...pero coño irreverente, no te metas con Isabel Allende...(aunque creo no haber leído sus tres últimos libros..)

Protheus dijo...

Isabel Allende es una cuarterona de la literatura que gana fans a base de un feminismo a ultranza trabajado desde las entrañas de sus lectoras (y algún lector dudoso). Es literatura visceral, que apela a lo instintivo femenino. La propia manipulación, en suma. Lair Ribeiro, Chopra, Weiss, etc., hacen parecido. A la basura todos, con los de PNL.

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Cuando alguien es especial, genial, fuera de lo común, siempre existe “mosquitas” que pululan y tratan de buscarle una mácula, un “no debe ser”, un “míralo pues!!!”. Leonardo, y muchos otros, no son la excepción.

Nosotros, los humanos, no perdonamos que otros sean mejores que nosotros o que nos muestren que somos un poco medio vulgares.

La incomprensión, el escarnio, el insulto gratuito, “él que calla otorga”, “él que se defiende, es por qué algo de verdad debe haber” y todas esas maravillosas perlas. La vida, el mundo, nosotros, todos hemos pasado por ese peaje. Algunos lo pagamos, otros nos negamos.

Decisión personal y muchas veces comprendida, muchas veces incomprendida.

Buen artículo, nos para menos proviniendo de ti.

Todo lo mejor para ti.

PS: Tú y yo somos zurdos, estamos condenados.
PS2: Una vez me comparaste, lo que escribo, con Isabel Allende. Cito “Esa novela, llena de acepciones barrocas con salpicaduras de trópico, se me antoja ha de ser íntima y total, a semejanza de las de Isabel Allende.” Y, debo comentarte, no sé como demonios tomarlo.

Protheus dijo...

Jajaja.
Silmariat, tómatelo a bien, que es como te lo escribí. No me refería al fondo de las novelas de Allende, muy diferentes a la introspección y disección del alma de tus personajes. Se trata de la prosa allendiana, culta y tropical, como la tuya; algo europeizada, como la tuya. Los temas que tratan no pueden ser más disímiles.
Una vez me escribiste (lo tengo guardado, ojo): "Si supieras lo mal que tratamos a veces los hombres a las mujeres. No te lo imaginas" Ese comentario suelto, de madrugada, por Messenger, fue un punto de quiebre, un despertar. Ahora las honro y trato de comprender con mayor empeño que antes. Y todo, gracias a tí.
Recuerda que "íntima y total" era la comparación. Pero ella no honra la femeneidad como lo haces.
"Yo te conozco de antes", pero no soy el de antes, y no se trata de kilogramos de peso.

Anónimo dijo...

Esa máxima de cierre es de Rudyard Kipling, ¿verdad?
Bello tu post, amigo.

Protheus dijo...

Sí Ximena, de Kipling.
AQ: el presunto Salaino, quien modela para el San Juan Bautista, es el mismo que modela para el Apóstol Juan de La Ultima Cena (observa ambos con atención), solo que modificaron un poco la expresión del apóstol en una restauración posterior.

Anónimo dijo...

RR: En efecto, Salaino servía de modelo a Leonardo. No sólo en estos dos Juanes, sino que en alguna otra obra y a veces aparece en dubujos y bocetos. No creo que el genio tuviera tiempo para dedicarlo a este muchacho que debió ser cabeza hueca.

Anónimo dijo...

El señor AQ tiene razón. Ver a Leonardo como sodomita puede ser excelente para la revista Hola; pero nada vale para mí. Su obra, inconclusa en gran parte, ya lo dijo Protheus, es incomparablemente grande e importante. Y cuidado, que hoy día la homosexualidad es de lo más New Age.