Desde el fin de la Primera Guerra Mundial, la gripe aviar no nos visitaba. En aquella ocasión 55 millones de almas se despidieron de la vida, incluyendo algunos compatriotas (Nunca sabremos cuántos, gracias a que las estadísticas aquí son mal manejadas y poco confiables desde hace mucho).
Parece que de los pollos ha pasado a los cerdos, quienes recombinan el virus, y nos lo pasan a nosotros. Aunque hay indicios que ya se transmite de humano a humano, lo cual crea la terrible perspectiva de proyectar entre 180 hasta más de 300 millones de muertes humanas, y de estar haciendo estragos en Venezuela en un lapso no mayor a los dos meses, aproximadamente.
Hasta ahora, las medidas sanitarias han sido incompletas e inefectivas, y el virus avanza a paso de vencedores-asesinos.
El desarrollo de una vacuna tardaría seis meses, en el mejor de los casos, lo cual la hace innecesaria, por tardía.
¿Y entonces? Lean aquí.
7 comentarios:
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Ay, qué triste morir de moquillo! Ya por aquí en Roma comienza cierta inquietud.
Ilústranos. ¿Qué puede hacer el ciudadano común?
Recuerda que estoy a un salto de la Antártida...
lo menos que necesitamos es una plaga mas...saludos y gracias por tus comentarios en mi blog
Ya llegó a Grecia..., o sea
Parece mentira, Miss X, pero Michael Jackson será, muy posiblemente, uno de los mejor protegidos, por esa manía a lo Howard Hugues de usar tapabocas y guantes. Sí, es una gripe cualquiera, solo que esta provoca una neumonía con hemorragia pulmonar... y te ahogas en tu propia sangre.
Puede controlarse. Vacunarse contra la influenza evita la coexistencia del virus. Evitar aves en tu área, espantándolas si es el caso, es otra medida. No consumir carnes de ave o cerdo crudas.
Sobre todo, exigir a las autoridades sanitarias el control estricto sobre las aves sanas y la erradicación de las sospechosas o enfermas sin contemplaciones. Hong Kong evitó la pandemia en 1997 incinerando millones de aves ante la menor sospecha de infección. Aquí, las autoridades sanitarias todavía no asoman el hocico ni han dado la cara.
Una última medida: la vacuna específica contra el virus H5N1. USA la tiene, Francia la tiene. ¿Y nosotros?
Yo ESTOY preocupado. Estamos hablando de 360 millones de vidas humanas que se extinguirán. O sea, que no se trata de hipocondría, sino de sentido de la supervivencia.
Esto me recuerda una emergencia que hubo en Namibia. El gobierno vacunó y se veían largas y disciplinadas filas de alemanes, afrikaners, basters, negros, bosquimanos y hotentotes que se vacunaban. Yo me dije: para qué? Si todos se vacunan, tú no lo necesitas... Ni un resfriado me dió.
Hay que cuidarse y tomar las medidas sanitarias pertinentes, pero sin caer en la paranoia ni la hipocondría.
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