
Mucho - demasiado - se ha dicho sobre Jules Verne. Quienes aún viven de su genialidad se cuidan que se diga de todo. Pero, ¿fue Verne todo lo que dicen que fue?
Fue precursor de los viajes espaciales e interplanetarios: Cyrano de Bergerac, y muchos otros, años antes que Verne, describieron viajes espaciales. En Héctor Servadac, jamás se menciona viaje a algún planeta.
Electricidad y motores eléctricos: Michael faraday, en 1821, fabricó el primer motor eléctrico de uso práctico, y en el siglo XVIII, la electricidad y sus generadores fueron ampliamente descritos en textos de ficción.
Submarino: muchos prototipos existían en el siglo XVIII. El inventor británico Robert Fulton presentó uno llamado -¿cómo no?- Nautilus al Directorio de París, a fines de conseguir financiamiento para su proyecto.
Precursor del Proyecto Apollo: Murthag McDermott en 1728 (más de 100 años antes que Verne) con "Un Viaje a la Luna" y Achilles Eyraud, en 1865, con "Un Viaje a Venus", precedieron a nuestro estimado Verne; los anteriores, incluso, describen el viaje en un cohete, y no en una bala de cañón, como lo hace Verne.
Fax: Alexander Bain, inventor escocés, recibió en 1843 la patente por la máquina de fax, años antes que Verne escribiese su París en el Siglo XX.
Viajes en globo: sin dar la vuelta al mundo, se habían hecho para mediados del siglo XVIII, innumerables viajes de cientos de km.
Adolf Hitler: en su libro "500 Millones de la Begún", Jules Verne describe a Herr Schultze, muy parecido a Hitler. André Laurie fue quien escribió este libro, el cual Verne modificaría y publicaría bajo su nombre. Si se trataba de Hitler, el profeta no fue otro que Laurie.
Peor aún resulta que a Verne se le han adjudicado frases, inventos y hechos que jamás salieron de sus labios, pluma o intelecto. Mencionaré algunos solamente:
En La Isla de Hélice, describe un cable telegráfico que conecta a dicha isla con el continente. No se trata de Internet, como algunos entusiastas pretenden.
En El Castillo de los Cárpatos, la imagen de La Stilla hace que algunos proclamen Verne haya "profetizado" al cine. Pero ¡la imagen no se mueve!
El francés Nicolás Cugnot, y no Verne, inventó el automóvil en 1769.
En ningún escrito de Verne aparece algo semejante a una televisión.
La máquina binaria de Von Neumann, inspiración de las computadoras modernas, no aparece ni siquiera vislumbrada en algún escrito verniano.
En Ante la Bandera, Verne crea el Fulgurador Roch, un potente explosivo. Disney se inspira en este concepto y lo incluye en su 20.000 Leguas de Viaje Submarino. La imaginación de los espectadores los puso a especular sobre la falsa creencia que Verne habíase prefigurado la bomba atómica.

Verne no era profeta, ni inventó la ciencia ficción. Fue un escritor prolífico, con obras excelentes y algunas otras no tanto. Famoso, creativo, co-creador de la "Novela Geográfica" (Ver post mío al respecto). Sus relatos apasionantes y con descripciones científicas nos hablan de ser humildes frente al poder de la Naturaleza, de valorar la ciencia y sus alcances, de la grandeza del hombre que sueña con los logros del intelecto. Era antisemita, comerciante y apasionado marinero... Todo un personaje. ¿Profeta? ¿Visionario? ¿Fiasco? Nada de eso.