domingo, noviembre 25, 2007

La Verdadera Herramienta






El inmigrante italiano Simón Rodia llega a los Estados Unidos a los doce años de edad. Durante su largo y penoso periplo hacia el Oeste, el joven Rodia, trabajando de albañil, sobrevivió el terremoto de 1906 en San Francisco. A partir de allí, cayó en un alcoholismo severo, el cual amenazaría su subsistencia. Pero superar ese obstáculo no sería el mayor reto de su vida. Le aguardaba uno más allá de toda imaginación.
Reaparece en 1921 completamente sobrio, y empieza a construir, sin razón ni concierto, y en el jardín de su casa al sur de Los Ángeles, nueve esculturas con materiales de desecho: argamasa, vidrios rotos, trozos de cerámicas, alambre de gallinero, conchas marinas y vías de ferrocarril. Muchos de los materiales eran suministrados por los niños del vecindario.
Sin mayores conocimientos formales que los de un obrero, osó alzar dos de sus torres más allá de los veinticinco metros sobre el suelo.
En 1954 concluyó las hoy llamadas Torres de Watts y, entregando las llaves a un vecino, se marchó sin mayores explicaciones.
Durante los 33 años que duró la construcción, trabajó solo: "Porque casi nunca sabía lo que estaba haciendo", declaró.

Como era de esperarse, más temprano que tarde el Departamento de Construcción de la Ciudad dictaminó que las torres eran inseguras, e intentaron derribarlas, fracasando estrepitosamente para bien de todos.

Hoy pueden verse erguidas, como un monumento a la habilidad del hombre, a su deseo de permanecer más allá de lo utilitario, gracias a la voluntad férrea que mantiene el músculo tirante cuando todo, todo, te aconseja desistir.

Salud, Simón Rodia, dondequiera te encuentres.

6 comentarios:

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

En éstos momentos leí una frase de Maruja Torres -una de las Santas de mi partícular Santoral-, quiero compatirla, gozarla y te la regalo.

"...ese pedazo de mierda con incrustaciones de diamantes que puede ser la vida"

Sobre tu escrito, yo también levanto mi copa por Simón Rodia y todos aquellos que son como él.

Todo lo mejor para ti.

PS: La Ópera, es la Ópera, amigo. Siempre con toda la verdad y todas sus mentiras

Câline dijo...

No sabía que habías regresado!
Qué alegría volver a tenerte por aquí!
Una frase de Simon Rodia que me encanta:

"You have to be good good or bad bad to be remembered."

Su obra que está compuesta de retazos de cosas tan variadas, me hace pensar en un quilt 3D hecho con piedras y metales... es maravilloso!

Javier dijo...

Tengo tarea: ponerme al dia.
Que bueno tener el chance de leerlo otra vez.

Anónimo dijo...

Interesante es averiguar, más allá de las razones, si existe alguna razón bioquímica que impulse a la gente para realizar estas hercúleas obras, y que así como comienzan, terminan.
Salu2 mi apreciado Doc.

azzura dijo...

Que fantástico saber que estás de nuevo por aquí y poder leerte yy..uuff que me ha hecho muchísima ilusión Protheus! gracias por regalarnos de nuevo tus letras;) Mil besos y un abrazo enorme
Bon día!

Ernesto dijo...

no lo conocia, gracias