domingo, enero 29, 2006

CUENTOS DE QUIRÓFANO (II)

El novel cirujano caminó lentamente por el sendero que llevaba a la casa donde le esperaban. Estaba toda a oscuras, excepto la sala. A través de la ventana que daba a la calle podía ver una gran mesa con lámparas de luz mortecina sobre ella. Ocho de los puestos estaban ocupados por hombres mayores cuyos rostros espectrales estaban ocultos por un vaho de oscuridad.
Apenas tocó el timbre, uno de ellos le abrió la puerta y le invitó a sentarse. Fue presentado a todos con precisión quirúrgica:
-Nuestro joven amigo viene hoy a la sesión del Club de la Muerte a presentar su caso.
-¿No es un poco... joven?-preguntó uno de los cirujanos, el mayor de todos.
-¿Conoce el club?-preguntó otro.
El cirujano dueño de la casa, quien había presentado al joven, hizo un gesto apaciguador con las manos.
-El colega vino hoy a mí, a relatarme un caso... interesante. Me preguntó si en verdad el Club existía, o si era otra leyenda de las que circulan por allí. Me parece que vale la pena oirle. Y nada más.
Todos asintieron.
El cirujano situado a la cabecera de la mesa miró al joven cirujano, pero dijo:
-El primer caso es del Jefe de Quirófano de nuestra afamada clínica.
El hombre no se hizo de rogar.
-El paciente masculino de 56 años ingresó hace un año presentando fiebre, palidez acentuada y edema en su rodilla izquierda. Cuando lo examino, encuentro una rodilla con más de 200 ml. de líquido dentro, dolorosa, y signos de sepsis. El laboratorio reveló una hemoglobina muy baja, de 6,7 gramos/dl., y glóbulos blancoa elevados.
-Punzaste la rodilla- intervino uno.
-Sí, y aunque el líquido no era purulento, contenía innumerables glóbulos blancos. Lo llevé a quirófano bajo diagnóstico de Artritis Séptica Severa, drené la rodilla, evacuando todo el líquido, le hice la cura y lo pasé a recuperación. A las ocho horas estaba muerto.
¡Fácil!-saltó uno de los cirujanos, haciendo que el más joven pegase un brinco en su asiento.
- Para operarlo, lo transfundiste, porque tenía baja la Hemoglobina.
- Sí.
Otro terció:
- Y le administraste medicación antitrombótica y albúmina, porque tenía bajas las proteínas.
- Sí.
El del "¡fácil!" suspiró y concluyó:
- El paciente tenía una Insuficiencia Hepática que no diagnosticaste. Lo de la rodilla era metabólico, no infeccioso, y tu paciente murió por Insuficiencia Cardíaca producto de tus transfusiones, siendo injustamente llevado a quirófano.
- ¡Exacto!- exclamó el que había expuesto el caso.
- Un asesinato banal- repuso el cirujano a la cabecera de la mesa-. Le toca el turno al Jefe de Emergencias del Hospital.
El cirujano en cuestión, según pudo ver el joven cirujano, era su jefe inmediato.
Empezó el relato.
- Llegó a la Emergencia un paciente masculino, de 26 años de edad, con intenso dolor en ambos muslos luego de subir y bajar las escaleras de su edificio, por hacer ejercicio, pues usualmente caminaba, pero ese día llovía y él estaba algo engripado. El examen físico solo reveló dolor en los muslos. Lo mandé a acostar en una camilla, le pasamos analgésicos intravenosos y, al rato fue dado de alta. A las seis horas regresó con lo que diagnostiqué como un ataque de pánico, diciendo no aguantaba el dolor, que era un "infarto en los muslos" y otras tonterías por el estilo. Sin hacerle mucho caso, ordené lo sedaran con una benzodiacepina y lo dieran de alta al rato, lo cual hicieron. Pero seis horas más tarde, estando yo en casa...
El cirujano sentado al lado del más joven, lo atajó:
- Te llaman porque el paciente está en Insuficiencia Renal Aguda, orinando oscuro, y murió al poco tiempo.
El cirujano expositor del caso asintió. Otros hablaron concertadamente.
- Rabdomiolisis.
- Hizo un ejercicio excesivo para él, se licuefactaron sus fibras musculares, pasaron a la circulación, sobresaturaron los riñones, los cuales fallaron, y murió.
- Con pasar soluciones a chorro vía intavenosa y un poco de diuréticos, ese paciente estaría haciendo ejercicios hoy día. Pasemos al último caso.
Todas las miradas se posaron sobre el joven cirujano.
La voz le tembló al principio.
- Paciente femenino de 47 años de edad, fumadora de larga data de 20 cigarrillos al día, quien inicia con fiebre ocasional, malestar general y pérdida de peso. Los estudios revelaron opacidad pulmonar y pruebas positivas para la tuberculosis. Fue tratada hace cinco años para esta enfermadad y dada de alta con control. Regresa con igual sintomatología a la inicial hace doce días; pero consigo pus en el vértice pulmonar. La operé y drené el absceso, pero la paciente empeoró de la fiebre, el malestar, dejó de comer y finalmente, falleció.
Hubo un momento de silencio, y luego la voz sonora del cirujano que presidía la mesa.
- Es frecuente que, a veces, los cirujanos queramos meter en la caja de la Cirugía, solo lo quirúrgico. Estimado joven doctor, esa paciente tenía un cáncer oculto, y la tuberculosis lo enmascaró; peor aún, el absceso ocultó el tumor, ya que un absceso usualmente es espectacular, y el cáncer, silencioso hasta que es demasiado tarde...
El hombre se calló bruscamente, pues el joven cirujano se había levantado abruptamente de su silla y echado a andar con resolución hacia la puerta.
- ¿Adónde va, colega? - le preguntaron.
El joven se volvió a mirarlos y se disculpó:
- Perdonen esta salida grosera, y perdonen que les haya mentido.
- ¿Mentido?
- ¿Va a ir con la policía?
El joven sonrió.
- No, no. Nada de eso. La mentira es sobre la paciente. No murió. Está viva y en el Hospital, muy grave. Vine a ustedes en busca de un diagnóstico, y ya lo tengo. Voy a ver si aún puedo salvarla...
Todos los cirujanos se pusieron de pie.
-Pícaro amigo, le acompañaremos.

Jamás otro paciente tuvo tantos colosos del bisturí reunidos.
Anestesiada, la paciente fue intervenida por los tres cirujanos más hábiles y por su joven tratante, mientras un quinteto de dioses de la cirugía, observaban, complacidos.
Esa noche, ocho "asesinos" volvieron para salvar una vida.


(Basado en una historia corta de Ben Hech.)

16 comentarios:

Carlos dijo...

Protheus!

Y yo pensé que era el único que pensaba que el club de la muerte existía!

pasastes por mi blog? te mandé un mail, que al parecer nunca recibistes (tal vez está como span)

Carlos

Depeco dijo...

Cará... lo pone a uno a pensar en que si puedes usar algo para ver en qué fallaste, pero antes de hacerlo, qué esperas úsalo...

Casualmente una Juez me dio un consejo esta semana... mejor me apuro y hago lo que me aconsejó

Saludos, excelente post!!

Anónimo dijo...

Muy bueno!, evidencia algo en lo que siemrpe he creido, en el trabajo en equipo.
Que fácil es creer que se tiene razón y la agudeza sufifiente para entender hasta lo más díficil, y que complicado es ponerse de acuerdo, consultar, meditar sobre lo que tenemos como obvio frente a nosotros.
A veces nos sorprendemos pensando distinto, lo que hasta ayer era nuestra verdad.
Besos.
Rayita

lucy dijo...

Está muy lindo, ya sabes mi petición, trata de cumplirla, personas como tú me inspiran.

=^.^=

Lycette Scott dijo...

Bueno Protheus es que el trabajo en equipo siempre es la solución a muchos problemas...

Ernesto dijo...

off-topic, te mando este meme

romrod dijo...

muy bueno!! un abrazo.

marvision dijo...

Es interesante lo que escribes y hace reflexionar.
Gracias por lo de la música.
Nos vemos.
Marvision

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Hola Protheus:

Eso no se vale, el lápiz móngol funciona SÓLO con relatos originales.

Todo lo mejor para ti.

PS: Ya conocía la historia, la leía hace un montón de años. Tu versión, tiene mucho merito, pues la llevaste a tu patio y eso se nota.
RRL me gusta el cómo escribes y de ello hemos llenado algunos mail.

PS2: Por cierto, no soy nadie para criticar si eres original o no. Sabes el cuento de la molécula de clorofila del vecino y las jungla amazónica en la capa basilar de nuestro ojo izquierdo?

PS3: Te leeré aunque me transcribas las páginas amarillas.

Ana Isabel dijo...

Caramba me sorpendiste...muy intersante realmente hay gente asi como esos cirujanos setas de la muerte vestidos de blanco...Sencillamente encantada con el relato.

Protheus dijo...

Gracias a todos por comentar.
En efecto, El Club de la Muerte existe. Hay algunos formales, como el del cuento que nos ocupa, y otros más informales, el cual inicia cada vez que galenos afines se reúnen y desfogan sus frustraciones por una vocación que mata. Y de qué manera. El promedio de vida del personal médico de quirófano es el más bajo comparado con las otras profesiones médicas.

Javier dijo...

Bravo! Excelente! Maravilloso me encantan tus historias

La Hija de Zeus dijo...

Todos alguna vez hacen algo bueno.. aunque sea por error!!

Anónimo dijo...

Doctor, superó con creces el relato original, porque lo enserió y le dio un final de postín en muy pocas palabras. Hech era un escritor mediocre con grandes ideas. Usted lo supera y no necesita hacerle ese "homenaje".
Publique, doctor, que ya es hora.

Anónimo dijo...

Los doctores: hecen cositas en los quirófanos?

Protheus dijo...

Anónim@: generalmente, operar.
¡Por favor!