miércoles, enero 04, 2006

DESVANESCENCIA



El ser hermosa no siempre trae ventajas. La chica lo sabía muy bien, pues soportaba con estoicismo que la mayoría de los hombres le hablasen mirándola a los pechos, que sus miradas de lobo hambriento adivinasen su piel desnuda bajo la ropa y que, apenas presentados, empezasen un cortejo sexual abierto y torpe.
No es que fuese mojigata, o temerosa del sexo, pero le habría gustado ser valorada por alguna otra cosa. Como le pasa a los multimillonarios, la duda sobre si la amarían de no tener ciertas características, la abrumaba.
Un día, mientras caminaba hacia la Universidad, empezó a ocurrir algo inesperado: su sombra, antes neta y oscura, se desdibujaba gradualmente. Se detuvo en seco y observó el piso, en la porción donde se desvanecía su silueta. Tras breves minutos, la chica se encontró sin sombra alguna.
Intentando recomponerse, continuó su camino, clavando la mirada en el suelo frente a ella.
Más y mayores sorpresas la esperaban.
Cuando llegó al aula de clases y alargó la mano para halar el pestillo, se percató que la piel se transparentaba, y sus dedos parecían estar hechos de gel transparente, dócil a su voluntad.
Aterrorizada, corrió a esconderse en el baño de damas, cerrando la puerta con seguro tras de sí.
Los escasos testigos, en ulteriores declaraciones a las autoridades, jurarían que esa fue la última vez que la vieron. Su familia, pasado un año, empezó a rehacer su vida, dejando los recuerdos de la chica en la buhardilla condenada de sus mentes.
Pero para ella comenzó una vida nueva. Ella podía verlos a todos, incluso a las otras chicas que, como ella, vivían invisibles en un mundo entre lo físico y lo espiritual; todas hermosas, por siempre jóvenes, pero atascadas en una dimensión jamás soñada.
Con el tiempo, aprendió a pasearse por los hospitales y llamar la atención de algún anestesiólogo sobre algún problema con un paciente, haciendo un ruido, lanzando al suelo algo, o soplando en su rostro. También se paseaba por las cárceles, y sacudía al preso dormido al cual le habían tendido una emboscada, o trancaba una puerta dejada inadveridamente entrecerrada. Pero lo más satisfactorio era ir a las casas de la gente común, y despertar a la madre moviéndole la cama cuando al niño le subía la fiebre, o tirando un vaso al suelo cuando al anciano se le pasaba la hora de su comida, y cosas así.
Ahora su vida tenía un sentido nuevo, no regido por las apariencias.
Quizás sea por ello que no me enojo cuando se borran páginas enteras de mis escritos en la computadora, o cuando en plena cirugía una pinza resbala de un sitio imposible y va a dar contra el suelo. Pienso que estoy recibiendo la visita de una chica hermosa, ideal. Y sonrío halagado.

12 comentarios:

Kareta dijo...

A veces no solo por la belleza que no es mi don, pues soy una chica normalona pero a veces si me gustaría ser invisible y jugar a mi antojo sin los patrones sociales ni nada que me diga lo que es correcto o no...buen cuento. Besos, Kary.

Protheus dijo...

En efecto, Karelia, el cuento trataba sobre la belleza y su dualidad maldición/bendición. Pero es aplicable a cualquier característica en cualquiera de nosotros.
Aparte, quería decirte que eres una señora joven, muy hermosa y muy inteligente (He hablado contigo y visto tu foto junto a tu joven esposo). La modestia se agradece en una dama bella, de cualquier forma.

Wiki dijo...

Duales, así somos los hombres, así es la vida. Y como bien dices no sólo con la belleza sino con otras características.
Buen cuento. Me gusta mucho leerte.

Protheus dijo...

Wiki: Gracias por venir a visitarme. Espero que tenga un año extremo, excitante. Por cierto, descubrí El Chiquero.

Andrés: En este ejercicio literario mío, la chica queda liberada de ese aspecto de su vida con la transmutación que se opera en ella. No ocurre porque sea bela o fea, simplemente ocurre, y ella lo ve desde un punto de vista optimista, como un consuelo. Fíjate que no digo la causa por la cual ocurre, sino el aspecto positivo que le da la protagonista...

Cada acto de la vida, cada hecho que nos ocurre, tiene una forma personal de ser tomado. Hice una evocación acerca de la explicación de pequeños fenómenos que ocurren (la puerta que se cierra, el ruido que oimos, la sombra que vemos, las escaleras que crujen solas...), explicándolos con una figura que,a mis ojos, es poética. Y no sigo, para no matar el cuento, que cada quien lo vea con sus propios ojos de la imaginación.
Agradecido por lo honesto y preciso del comentario. Feliz Año.

Silmariat, "El Antiguo Hechicero" dijo...

Y a veces ella…
…se nos cuela entre los sueños y nos cuenta historias que, luego de un tiempo, se hacen realidad. Cuentos que recordamos justo cuando los estamos viviendo, nos ponemos una enorme con cara de tonto y pensando: "Esto me parece haberlo soñado".
…nos susurra perfume azul y nos muestra cual es el mejor camino para llegar a donde queremos llegar…

Y sonreír, verdad?

Hermoso relato.

Todo lo mejor para ti.

PS: Desempolva el lápiz Mongol y a escribir cosas así, flojo!!!

Lycette Scott dijo...

Umm, surrealista el relato, así que los presentimientos son chicas hermosas? según tu post, interesante idea... habrán chicos hermosos que nos sacudan la cama en las noches cuando por ejemplo a la perrita le de fiebre postoperatoria? jejejeje.. ojalá.
Ya más en serio, me encantó el relato... continuará?

Regina Falange dijo...

Algunas veces por nada o por todo quisiéramos escurrirnos entre las paredes, abrumar los silencios de los otros. Creo que el anhelo más recurrente del ser humano es desaparecer ante la vista convencional pero seguir allí, "presente que no ausente", como respirando por encima de las cosas sin que ellas puedan olernos.

Hermoso tu post. Todos tenemos algo de esa belleza, de esa incertidumbre, de ese dolor por el que nos gustaría evaporarnos.

Abrazos!

Color otrora dorado

Anónimo dijo...

FELIZ AÑO NUEVO!
Te saluda Anita, La Chica Super Poderosa...
Que lindo texto, nos pone a pensar en tantas cosas de este mundo pervertido y superficial en el que vivimos, pero lamentablemente los únicos culpables de esto, somos nosotros mismos, así que está en nosotros cambiarlo... y afff... lo veo dificil, sino imposible!
Ojalá más personas en el mundo miraran más allá de que está a la vista...
Un abrazo para ti!!!

El "Dulzor de Ostras" dijo...

Profundo post.

Depeco dijo...

Hermoso relato, sin duda... pero lo que más me gustó fue el hecho de que esta chica le dio un nuevo sentido a su vida sin sentido "aparente"... un sentido que no dependía de su apariencia física

La sociedad es demasiado prejuiciosa en cuanto a apariencia se trata... si es rubia y bonita, ahh la pobre debe ser brutísima... si es fea, ahhh que bueno porque debe ser demasiado inteligente, pero nadie la quiere querer porque es fea; si es gorda, ahhh que simpática debe ser!!! pero todos la miran de reojo porque es gorda...

A la sociedad, le digo algo... eso no necesariemente es así... conozco a más de una mujer rubia que es bella e inteligente; a más de una fea bruta, y a más de una gorda antipatiquísima...

Ojo: no hay mujeres feas, aunque si mal arregladas

Pd: espero, como Lycette, que en nuestro caso, sean chicos bellos, los responsables de esos "accidentes fortuitos"

Mire dijo...

ME ENCANTÓ ESTE CUENTO!!!!!

Y TAMBIÉN HE ESCRITO DE INVISIBILIDADES, de niña hacía inventos para tratar de ser invisible

Phases Moon dijo...

¿Será por esta desvanecencia que dicen que la casualidad no existe?